lunes, 31 de agosto de 2015

EL MINUTO 5

EL Minuto antes del error... 


Cuando esta imagen la tomé ya quedaba atrás, aya arriba, al fondo el puente que me había hecho caminar treinta minutos y que me faltaba regresar, en este momento se avecinaba el minuto de mi vida; cuando llegué al vado, yo ya estaba pendiente de los muchachos conocidos como pandilla, y sabía que en cualquier momento me toparía con ellos. A pesar de que era un poco conocido, porque en el lugar de trabajo eramos amigos de unos que eran de confianza del líder, no me confiaba... Les decía que se aproximaba el peligro, pues luego de tomar la fotografía, se acercaba un grupo de cinco personas, entre los que venían tres mujeres, los cinco me habían venido siguiendo desde que cruce el puente, y cuando me encontraba tomándome la siguiente imagen que les mostrare en este instante:
Se me acercó un muchacho de unos veinte y tantos años, empuñaba un machete de unos cuarenta centímetros en su mano derecha, cuando le tenía a tres metros le gritó una de las mujeres y quiso guardar el machete entre su brazo, pasando a lado mio sonriente sarcásticamente. En lo personal sabía que algo me podía suceder al caminar por ahí, pues las pandillas se protegen y desconfían de los extraños... En esta imagen estoy a escasos cinco metros de la orilla y ya para salir e irme al hospedaje, 
Cuando hube salido del río Lempa, me dirigí a la calle principal y comencé a caminar, ha unos cincuenta metros estaba un grupo de personas, entre las que solo había un hombre de unos treinta y ocho ocho años, a quien cuando pasaba por su lado le conocí y era el líder de la pandilla; también alcance a oír que le decían las mujeres que conversaban con el, que yo era uno de los que me encontraba laborando en la carretera. Y que no era desconocido. Pasé alado de todos y continué mi camino de treinta minutos. 
Bueno hemos llegado el final del paseo de seis semanas, espero les haya gustáo. Ya luego os contaré otra de mis travesías. Con esto no quiero decir que sea peligroso, porque los peligros les te encuentran donde camines. No dejen de visitar a mi Vello  país...
 Cuídense: 

Atte.: Guadalupe Serrano

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